lunes, 8 de diciembre de 2008

Realizo; luego existo

Nunca definí mi obra y no se si podría hacerlo, comienzo éste largo camino de emociones diversas y controvertidas, de aprendizajes y exploraciones; sólo se que disfruto hacer ésto, llámenlo como quieran…
Me pierdo en mi mundo, me aparto de todos, de ellos, de ustedes, de nosotros, para sumergirme plenamente en mi obra, en mi pensamiento e imaginación, en mi profundidad, en mi ser, para plasmar en una tela, cartón o papel aquello que deseo, que me inquieta, que me llama, me despierta, me susurra y me pide nacer.
Libertad de plasmar lo que uno siente, que hermoso suena, que hermosos es. Poseer la libertad es una de las funciones de la inteligencia, la capacidad creadora que tenemos como seres humanos y el deseo y derecho de plasmar lo que uno quiere por medio de su lenguaje, técnica, color, a través de imágenes y líneas...
Dibujo con ellas… líneas rebeldes, furiosas, alocadas, y hasta por momentos confusas pero que encierran algo en sí, un contenido, un color, una forma, que invita a recorrer su espacio y su totalidad, que esperan comenzar a entrelazarse y seguir su camino por medio de códigos ocultos pero perceptibles, colores contrastantes y luminosos, me nutren el alma y el alma me nutre…
Es imposible decir todo a través de todo, la selección de una forma de representación es lo que los artistas utilizamos para transformar una experiencia privada en pública y para ello es preciso hallar ese medio y herramientas necesarias, los invito de ésta manera a compartir a través de mi obra mis diferentes experiencias.
Un artista intenta ser diferente a los demás, trabajar de manera distinta, pero eso solo lo puede juzgar el público, ustedes…
El arte nace, vive pero jamás muere y nos habla muy dulcemente al oído.

….Polvo de oro en tus manos fue mi melancolía;
Sobre tus manos largas desparrame mi vida;
Mis dulzuras quedaron a tus manos prendidas…(Alfonsina Storni)